viernes, 25 de junio de 2010

La Poesía


¿Qué es la poesía sino versos
que no alcanzan, jamás nunca,
esplendor de sufrimiento?
Quizás sea un callejón
proyectándose en abismos de interrogantes,
o tan sólo sea un andar errante ,
tras venir de malas ganas,
pateando las sombras de una suerte
cada vez más lejana.
-No lo sé, pero de seguro habrá otros...
Torbellinos de luces incandescentes, pálidas, nocturnas;
el fuego del astío urbano,
o los ciudadanos del silencio voráz, infrahumano;
trabalenguas y acertijos en comunión
dando trancos y adentrándose
en iglesias abarrotadas por las inconfundible soberbia
de los iconos sangrantes
en delirios de santidad o de profetas.
¿Conjugar la eternidad de la belleza
en el ojo vacuo de los anales sin memoria;
o en un mundo que no va con perdonar las distracciones,
los excesos, los míticos estertores,
las opacidades y la nada?
En fin: Todo es fuego, polvo y nada.