aunque a veces llueva, truene o refusile
y la quiero con sus ojeras de noche de entrega
y la quiero con sus olores de sexo consumado
y la quiero con su aliento pestilente de Buenos días
y la quiero con su locura repetitiva
y la quiero en sus Te amo
y la quiero en sus Te quiero
y la quiero tan mía y a la vez tan suya
pero la quiero cada día y cada noche
y no cada vez que quiera que la quiera.