Hoy bien podría ser ideal
para montarnos sobre un potro de origami
a tomarnos el buque transatlántico.
O, aunque más no sea,
un submarino tomarnos.
Peces y pescados
hay en todas partes,
nomas hay que abrir los ojos,
tirar el hilo, la caña o el azuelo...
O bien meterles palos
y a la bolsa.
Hoy bien podría ser el día
en que aceptemos esa invitación,
esa que ya habíamos olvidado
en la puerta del refrigerador
de nuestro desgano.
Hoy podríamos salir
a caminar por los cableados,
de poste en poste,
sin temor a electrocutarnos
o quemarnos. O volar junto a las palomas
y acompañarlas en su rutina
de divertido bombardeo.
Hoy podríamos hacer tanto por nosotros,
que bien vale esta invitación a la evasión.