Se cuenta, muy en mi interior
que a cada estrella
se le debe un amor
y a cada nombre único de mujer
en el corazón enamorado
una rosa, una lágrima y una canción.
Se cuenta, que en la tersura de las pieles
se escriben historias
a impulso de besos
con la pluma voluptuosa de las pasiones.
Capítulos y capítulos
indiferentes del tiempo
se dedican a recrear cada encuentro
en la sabia de volúmenes y bibliotecas
de corredores y pasillos y anaqueles
tan infinitos como lo es el universo.