Si el poema tarda en nacer
es por sentirse a gusto
en el vientre azul de una estrella,
en el fondo de un estanque dorado
o en la savia dulce de un beso.
Si el poema tarda en nacer
será por soñarse aún en su pecho
o como esas flores silvestres
que crecen a los pies de las mariposas,
esperando llegue el otoño.
Si el poema tarda en nacer
será que anda oficiando de cosquilleo
entre los hoyuelos hijos de tu sonrisa
o sobre la brisa que empapa tu ojos
ni bien los cálidos rayos del sol te miran.