Establezcamos
normas de seguridad, pajarito.
Una vez que abra
la puerta de nuestra jaula,
uno de los dos
deberá ser el primero
en atravesar por esa ventana.
Dicho esto, te aclaro, yo no soy
de los que se detienen a pensar
si soy o no un pájaro bueno.
¡Buena suerte, compañero!