Si una de estas noche oso robar un beso
que sea de la boca plata que me ilumina
de la compañera que me inspira al sueño
y que me contempla desde sí, indiferente.
En el revés de sus vestidos, por el debajo
le he labrado a besos en sus oscuridades
y le he dibujado alguna noche una sonrisa
contentos los amantes de ser bendecidos.
Ella ha mostrado en la piel de su desnudez
la gama completa de mis tristezas lloradas
y he adornado sus gestos con mis lágrimas
sabiendo ella lucirlas por ser sus preferidas.
Le he donado mis secretos y mis angustias
para que ella zurza las flores de mis sueños
en el costado fino de sus noches de plenitud.
Ella me ha sabido el verso de mis silencios.