sábado, 14 de septiembre de 2013

Oda a la propia cara

¿Qué belleza horrenda es esconder un rostro?
Me declaro ignorante de los raros procederes
de neuróticos excesos, de fieros ocultamientos 
de rostros y cuerpos que se fingen identidad.

¿Qué vacío lleno de nada pretenden imponer?
No rompo ni rajo mi camisa por quien nada es 
por quien se desvanece tras engaños de vidas
por quien o quienes se sirven de la indiferencia.

¿Qué ha sido del humano rostro, del auténtico?
Hoy en día desfilan y desfilamos tras falsedad.
Falsa cara no es lo mismo que máscara común.
La máscara común nos abraza en su igualdad.

¿Pero, será que hemos evolucionado al ego?
Puede ser que no vea claramente la verdad
que me confunda y sienta solo un loco más.
Puede que me equivoque de mi propia cara. 

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